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Mostrando entradas de septiembre, 2024

En la ventana me escondo

Como bien sabéis por la publicación de Instagram, el relato de este domingo está inspirado en una vecina que vi un día mientras iba de camino hacia mi casa. La vislumbré en la ventana del lavadero, fumando, con expresión derruida y me fue inevitable no coger aquella escena para el blog. He aquí el resultado. La foto de la ventana en cuestión la tenéis en la publicación de mi Instagram por si queréis verla. Escrito con todo mi corazón y todo mi cariño, para vosotros, Claudia Tevar Crespillo. Ojalá os guste.  ¡Espero vuestros títulos! Además, si os ha inspirado a escribir algo relacionado, o no, ¡ponedlo en los comentarios! ¡Os leo! Nos leemos y escribimos el próximo domingo con más títulos y más historias. Gracias ❤️   Posible título: En la ventana me escondo Si no fuera por estos ratitos me habría quitado la vida hace tiempo. Estas rejas me ayudan a respirar a pesar de su aspecto carcelero. Creo que es la cruz que forman los barrotes. Me infundan esperanza. Cuando las cosas se ponen fe

Pide un deseo

Como bien sabéis por la publicación de  Instagram , el relato de este domingo está inspirado en una pareja que vi un día mientras me comía un helado en la heladería Inma. Ellos estaban sentados delante mía y me fue inevitable no mirarles. Lo de la pestaña sucedió y me pareció una escena tierna, estimulante. Así que me guardé el recuerdo en la cabeza para usarlo más tarde y escribir algo. He aquí el resultado. Escrito con todo mi corazón y todo mi cariño, para vosotros, Claudia Tevar Crespillo.  Ojalá os guste.  ¡Espero vuestros títulos! Además, si os ha inspirado a escribir algo relacionado, o no, ¡ponedlo en los comentarios! ¡Os leo! Nos leemos y escribimos el próximo domingo con más títulos y más historias.  Gracias ❤️   Posible título:  Pide un deseo ―¡No te muevas! ―le ordenó acercándole el dedo índice a la ojera sobre la que yacía una pestaña hastiada de tantas capas de rímel―. Pide un deseo ―le dijo con ilusión mostrándole la víctima. ―¡Ay! Pero que tú haces metiéndome el dedo en

Con aroma a coco y canela

Como bien sabéis por la publicación de Instagram, el relato de este domingo surgió a raíz de tomarme un día un café con canela y aceite de coco. Lo olí y me pareció el aroma más rico del mundo. Entonces pensé que aquello me serviría para un relato y he aquí el resultado.  Escrito con todo mi corazón y todo mi cariño, para vosotros, Claudia Tevar Crespillo.  Ojalá os guste.  ¡Espero vuestros títulos! Además, si os ha inspirado a escribir algo relacionado, o no, ¡ponedlo en los comentarios! ¡Os leo! Nos leemos y escribimos el próximo domingo con más títulos y más historias.  Gracias ❤️   Posible título: Con aroma a coco y canela Entre guerras, Eurocopa, violencia machista, problemas familiares, crisis existenciales… Un café con aroma a coco y canela me salvó. Para obtener el polvo marrón que se convierte en el elixir de los que no son capaces de abrir un ojo sin este líquido recorriéndole las venas, o de los que sin un expreso o un cafezhino no pueden vivir, son necesarias unas 1800 hor