Sobre ruedas

Como bien sabéis por la publicación de Instagram (@claudiatevarcrespillo), el tema de este domingo es la mujer. Escribí Sobre ruedas en un momento de furia en el que no hacía más que escuchar blasfemias sobre el feminismo. Lo que en su día representaba la lucha por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, hoy se desdibuja y adopta el sinónimo de hembrismo. Me apena ver cómo los tiempos cambian y la sociedad con él, a peor. 

¿En qué momento se nos ha ido de las manos? ¿Qué está pasando? El feminismo nunca ha pretendido aniquilar al hombre. No sé en qué punto ha fluctuado tanto su interpretación. Dejémonos de tonterías, de luchas de poder y egos y cuidémonos, respetémonos y entendámonos. La lucha hombre-mujer no la entenderé nunca, ni quiero tampoco entenderla. 

Hoy, como mujer, estoy aquí gracias a mi madre que me dio la vida, a mi abuela que luchó por sacar a mi madre adelante, a mi tía que sobrevivió a una relación de maltrato. Gracias también a las que lucharon por que pudiéramos votar, a las que no se rindieron por ser escritoras, a las que alzaron la voz cuando las pisaron. A mi padre que me alentó a ser lo que yo quisiera que fuera, a los que nos trataron con respeto y dejaron a un lado los pensamientos negligentes y la idea de pertenencia y poder sobre la mujer. 

Ojalá nos montemos todos en la bicicleta. Ojalá todos disfrutemos de la sensación que implica sentirse libre de ser hombre y de ser mujer. Cómo pesan las connotaciones, cómo pesa la historia y cuán pesado es luchar. ¿No sería más fácil dejar de hacerlo? ¿No sería más fácil amarnos? ¿Qué (os) lo impide? ¿Cuál es (vuestro) el problema? 

Escrito con todo mi corazón y todo mi cariño, para vosotros, Claudia Tevar Crespillo.

Posible título: Sobre ruedas

He aprendido a montar en bicicleta y, aunque al principio me he asustado, ha sido una experiencia increíble. Mi madre me animó. Primero aprendí con ruedines que me ayudaron a mantener el equilibrio y hoy, al fin, los he liberado. Me daba vértigo caerme, pero sabía que ella estaría para levantarme, si fuera necesario. Cuando me he dado cuenta de que podía hacerlo sola, he pedaleado con todas mis fuerzas sintiendo la batalla del viento por frenarme, y mis ganas de ser libre venciendo. Con esta bicicleta podré llegar a donde quiera. Con esta bicicleta seré invencible. Con esta bicicleta seré fuerte, creceré y descubriré nuevos lugares. Con esta bicicleta enseñaré a los demás y recorreremos senderos juntos. A mi bicicleta la he llamado Feminismo. Feminismo me llevará al fin del mundo. 

¿Qué os ha parecido? ¿Qué título le pondríais vosotros? Además, si os ha inspirado a escribir algo relacionado, o no, ¡ponedlo en los comentarios! ¡Os leo!

Nos leemos y escribimos el próximo domingo con más títulos e historias. Gracias❤️ 


Todos los derechos reservados. La copia del texto para fines creativos/comerciales y/o concursos queda prohibida.

Comentarios

  1. Punto 1. Me conmueve que te abras así. Ojalá que lo hagas más aunque a veces de apuro.
    Punto 2. Fíjate tú que se me ha quedado corto el microrelato (que por algo es micro claro). Pedalea más que me he quedado con ganas de más 😜

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  2. ¡Hola, Antonio! Pues agárrate al reposabrazos de la silla que en el siguiente me desgarro un poquito más. En cuanto a lo segundo que comentas, es lo que tienen los microrrelatos, sí jajaja. Para mí es bastante complejo dominarlos porque en muy poquito espacio hay que trasmitir mucho, pero ahí está la gracia, jeje. De ven en cuando me gusta ponerme el reto a ver si soy capaz. ¡Muchas gracias por tu comentario! (:

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  3. 👍Me ha encantado. El relato va ganando la misma agilidad y fuerza que ESA bicicleta.⚘

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    1. Muchísimas gracias por tu comentario y por el tiempo dedicado, Carmen (:

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