La sombra desahuciada

Como bien sabéis por la publicación de Instagram, el tema del relato de este domingo se ha construido solo al escoger una imagen aleatoria como fuente de inspiración. Este es el resultado de cómo ha volado mi imaginación. 

¿Qué habríais escrito vosotros? (Tenéis la fotografía en Instagram).

Escrito con todo mi corazón y todo mi cariño, para vosotros, Claudia Tevar Crespillo. Ojalá os guste. 

¡Espero vuestros títulos! Además, si os ha inspirado a escribir algo relacionado, o no, ¡ponedlo en los comentarios! ¡Os leo!

Nos leemos y escribimos el próximo domingo con más títulos y más historias. Gracias❤️

Posible título: La sombra desahuciada

Les he explicado por activa y por pasiva que lo que ven no es real, pero no me creen. Se lo leo en los ojos. No sé por qué tienen que hacerlo tan evidente. Que disimulen un poco, joder. Lo que no llego a comprender es el motivo de su desconfianza. Para mí no hay lugar a duda. Sé lo que veo cuando miro mi reflejo en el espejo. Todos demuestran lo mismo. Esa sombra no es mía. Yo estoy gorda. Gordísima.

Cuando me dejan salir, intento caminar por calles oscuras, con edificios a sendos lados, cuanto más altos mejor, para que el sol no desvele la otra mitad. Tampoco ando por las calles principales. Suelen estar abarrotadas de escaparates y no siempre me es posible conseguir que el mundo esté de mi lado. A veces, no me queda otra que soportarla. Un día eché a correr para que me dejara en paz, pero era igual de rápida que yo.

No sé qué voy a hacer. Necesito que se vaya. No me deja vivir tranquila y está engañando a los demás, que tampoco me dejan en paz. Les he explicado que esa sombra se ha equivocado de persona, que no es la mía. Por su culpa estoy encerrada en este hospital. Los matasanos se limitan a decirme que deje de mentir, que como siga así me van a tener que ingresar en un psiquiátrico. Ellos son los que tendrían que estar internados y no yo. ¡Cómo se les ocurre! Como me sigan obligando a comer cualquier día explotaré. Pero ellos erre que erre con que coma. Y yo erre que erre con que esa sombra no es mía. Que yo estoy gorda. Gordísima.

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