Los amantes

Como bien sabéis por la publicación de Instagram, el tema de este domingo es, en términos muy generales, el amor. Hoy voy a hacer una oda al enamoramiento. Ese que tanto critican. Ese del que hablan diciendo que dura muy poco. Que lo que de verdad importa es lo que viene después. Y, ¿acaso sabe nadie lo que viene después? 

Que viva la ilusión de creer que será para siempre, de que será el amor de tu vida, de que todo será perfecto. Que viva el latir del corazón antes de una cita. Que vivan las miradas infinitas y los sueños que jamás se cumplirán. Que viva vivir sin anestesia. Que viva el amor en todas sus formas y en todas sus fases. Y que viva la libertad y todas sus consecuencias. 

¿Vosotros os habéis enamorado alguna vez?

Escrito con todo mi corazón y todo mi cariño, para vosotros, Claudia Tevar Crespillo. Ojalá os guste. 

¡Espero vuestros títulos! Además, espero la respuesta a la proposición final de la protagonista. Si os ha inspirado a escribir algo relacionado, o no, ¡ponedlo en los comentarios! ¡Os leo!

Nos leemos y escribimos el próximo domingo con más títulos y más historias. Gracias❤️ 


Posible título: Los amantes

Solo duró dos meses. Sin embargo, durante ese tiempo creímos que formaríamos una familia ―yo que no quería ser madre―, que estaríamos juntos para siempre y que, en consecuencia, nuestro amor traspasaría el confín de la muerte.

¿Y qué más daba que todo eso acabara antes de que ni siquiera empezara? Todo tenía un desenlace. Más tarde o más temprano, pero lo tenía. Nosotros no quisimos ser conscientes de ello. Solo nos dejamos llevar como dos locos enamorados ―que lo estábamos―, y decidimos dinamitar aquello cuanto nos rodeaba. La luna y el sol nos envidiaban porque dejamos de distinguir la noche del día. No estábamos supeditados a ninguna orden que no fuera la que dictara el cuerpo. Nos determinamos a no perdernos ni un segundo de la piel, del olor y de la mirada fuera el momento que fuera. Hicimos el amor incontables veces y de todas las formas posibles. Dormidos, despiertos, hablando, en silencio.

¿Pensar? Pensar no pensábamos absolutamente nada. Si lo hubiéramos hecho, lo habríamos dejado un mes antes. Pero nos negamos a perdernos la oportunidad de intentarlo y experimentarlo. Aunque careciera de lógica. Nos comportamos como animales que no razonaban lo que sentían sino que, sencillamente, lo vivían.

Vivimos pasión, frenesí, fervor, intensidad. Cegados como los adictos. Dependientes del chute de hormonas que producía el mero hecho de estar juntos en el mismo espacio. Aquello era pura rebeldía. Y, como todo lo que no se gobernaba, terminó estallando en la anarquía más temida por los viandantes de la comunidad. Demostrar al mundo que la pasión existía y debía ser consumida era un acto revolucionario que no interesaba. Cuando la gente estaba enamorada se olvidaba de las obligaciones, de acatar las normas, de seguir el camino dictado por el resto. Cuando la gente estaba enamorada conectaba con lo más profundo de la esencia del ser humano: la verdad.

Quizá te estés preguntado que cómo es eso de la verdad. Que a qué me refiero. Te lo voy a explicar: cuando uno se convence de que hay que hacer lo que le dicen dejando a un lado lo que realmente necesita, cuando uno se conforma con contentar a los demás porque es lo que se espera, cuando uno imita al resto para que no le tachen de oveja negra, cuando uno finge, cuando uno engaña porque no es capaz de mostrar quién es verdaderamente, ahí no hay grullada que valga. La pasión y el enamoramiento hablan más fuerte que cualquier construcción artificial de la sociedad. Hablan de la autenticidad que reside en ti. Tal vez sea el momento de que te replantees qué es lo que verdaderamente anhelas. Todo vale. Nada es más correcto que otra cosa.

Nosotros, por nuestra parte, no pensamos si era apropiado consumirnos hasta desgastarnos, pero ¿qué quieres que te diga? La vida sigue, nada es tan grave, todo pasa y de todo se aprende. Siempre hay tiempo para volver a empezar ―que fue lo que tuvimos que hacer―. Puedes pensar que, para dos meses, mejor haberse abstenido, pero nosotros no pudimos actuar distinto.

Si quieres te cuento por qué nos separamos, por qué la gente nos miraba tan mal y por qué a ojos de humano racional, era un error. Pero tendrá que ser otro día y tendrás que pedírmelo. De lo contrario, permaneceré callada. 









Todos los derechos reservados. La copia del texto para fines creativos/comerciales y/o concursos queda prohibida.

Comentarios

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esta vez no puedo opinar de lo literario, por decirlo así, porque he estado más pendiente del contenido y es que estoy totalmente de acuerdo con esa forma de vivir una relación y si es de amor con más motivo. Mis relaciones más serias también fueron cortas pero siempre estaré agradecido a las mujeres que me quisieron.
      P.D. Sí, quiero que me cuentes por qué os separásteis jaja. A mí no me dejes con la intriga ahora.
      P.D.2 Cómo título se me ocurre "el reloj del amor" pero no es que me convenza 😅.

      Eliminar
    2. Qué bonita esa frase, Antonio: "Siempre estaré agradecido a las mujeres que me quisieron". Chapó.
      Jajajaja solo te voy a puntualizar un cosa: esto es pura ficción, la historia es de una protagonista de la que aún falta muucha información, así que veremos qué pasa en un futuro jajaja. De hecho, todavía no sé por qué lo dejaron. Me lo tengo que inventar :P Pero ya sois dos, tú y un rezagado que me lo ha dicho por privado, los que me habéis animado a que continúe la historia así que lo haré a su debido tiempo. Gracias por leer.
      Tu título, pues a mí tampoco me convence, pero me ha inspirado. Y me he quedado pensando en la fecha de caducidad de la vida, en general. Desde luego que esto da para una larga charla. Gracias por tu aportación!!!!!

      Eliminar
  2. Expectante del mundo30 de julio de 2024, 11:16

    Enamoramiento o amor.
    Los “expertos” hablan del enamoramiento como una fase química y hormonal de nuestro cerebro y del amor como un estadio de sentimiento prolongado de actos de servicios y lenguajes.
    El enamoramiento bien puede ser una fase previa, o no, al amor a una persona, pero ese amor no tiene porque acabar siendo romántico. Tenemos una pequeña tendencia a “romantizar” la palabra amor. Sin embargo, al ser un sentimiento tiene varios ¿”subcampos”? (creo que podríamos llamarlo así) amor familiar, amor de amistad, amor platónico… todos tienes en común un sentimiento al que llamamos “amor”.
    El enamoramiento lo entiendo más visceral, más pasional, más loco, querer conocer a esa persona a toda costa sin saber el motivo… querer rozar su piel, que hay en su cabeza, compartir pensamientos, momentos, ideas…
    En conclusión: enamórate de todo, de ti misma, de tu familia, de tus amigos, de un desconocido, de un trabajo, de un hobby… porque al final, vida solo hay una y solo los locos se atreven a amar.
    Título: EN-AMOR-ARTE

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. *Suenan aplausos* Ja, ja, ja. Me quedo con la conclusión. Y, sí, el amor y el enamoramiento son cosas distintas y esa intensidad que implica el enamoramiento es bonita de vivir. Un título interesante, Expectante del mundo. ¡Muchas gracias por tu súper comentario!

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Depresión

Su titi

Vidas pasadas

Te veo en los sueños

En el silencio

¿Me comí el mundo o el mundo me comió a mí?